No me gustan los vidrios, ni el filo de cuchillos, ni mucho menos las puntas afiladas. Es por eso que en mi imaginario hormiguero las escondí, Una anciana amiga me ayudó a cavar un agujero profundo (escondite del cual veía unos espirales monocromáticos en su interior), después de dejarlos ahí lo cubrí con harta tierra, mucha mucha. Quise creer que hice un buen trabajo, pero olvidé que tenía migas de pancito en el bolsillo de mi abrigo, (abrigo andrajoso, con bolsillos descocidos) y ¡Ups! antes de que me diera cuenta, las había dejado caer en los lugares donde mis zapatos pisaron al salir del hormiguero. - Después limpiaré, (aunque en realidad no m e importe en absoluto) asi que no se desgaste pensando en el desorden , por que es m i O ! Es cosa de limpiar el caminito color crudo, del cual espero que no se desvie, ya que no quiero manchas de otro color en m i piso.
miércoles, 7 de abril de 2010
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